Te perdí en una partida de cartas. El destino consiguió arrancarte de entre mis dedos y lo siento. Te extraño, niña.
Quizá recuerdo un beso a sal, quizá me olvido de tu sabor de mar. En realidad quise perderte pero aún hoy sigues apareciendote en sueños. Quizá tenga que aprender a olvidarte, quizá hoy lo hago.
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