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un día cualquiera

¿Un cachito de tela?

Érase que se era, en una pequeña colonia archipielágica perdida en medio del Océano Atlántico, un pueblo orgulloso de lucir un arapo de tela pesada, adornado con cordones y abalorios brillantes cual si fueran oro, en un intento de otorgar con fantasía algo de honor a un hecho acontecido hará mucho y ya perdido en la inmensidad del pasado: Recordar la masacre latina frente a aquellas voces que gritaban los hombres libres.

La banderola, pendón le decían, que ya en sí era una mala copia del original, no ha de tener ninguna culpa. No alegaba mucho, pedía poco de comer y se conformaba con que la sacaran de vez en cuando a coger aire. La bandera sólo quería demostrar el amor que sentía por aquel pueblo, que la zarandeaba de vez en cuando en un patético ritual.

Los colonos,  que como bobos disfrutaban al portar el artefacto, tampoco tenían culpa de nada. Ya la psicología explica muy bien el hecho del condicionamiento, y ellos ya iban sobrados de vueltas en cuanto a condicionados. También, se jactaban de su ignorancia y recurrían a simplonas deducciones al enlazar con pericia kamikaze sus lagunas de conocimiento histórico y las metropolitanas excusas para justificar el acto.

Los metrópoli, se libra de culpa al ser ella la que juzga su propio delito y, cómo no, poniéndose a si misma como verdugo y no como condenado.

Los alzados, indudablemente tenían la culpa de todo. Eran ellos los egoístas que portaban banderas separatistas, quienes gritaban cánticos racitas y poco democráticos pidiendo que no se mostrara el símbolo de su derrota. No merecíán compasión ninguna, y por ello se les enviaban a las fuerzas del orden para que tranquilizaran, como una madre cantando el arroró, a su niño y a su pataleta.

Quede dicho que esta ha de ser la crónica de lo que pasó, en un día 25 de julio de un año cualquiera, como celebración a Santiago Apóstol, imágen venerada por aquellos que un día decidieron partir a las Islas de Canarias y exterminar tanto como allí había.

¡No al Pendón de los Realejos!

El genocidio contra nuestra tierra no debe ser celebrado - Viva Canarias Libre y Socialista

 

PD: Estas notas fueron escritas el 26 de julio del año 2008 en Madrid, cuna de la masacre y la imposición de la cruz.

5 comentarios

Majek n' Tedote -

¡Qué pena no haber estado en Santa Cruz en ese momento! Y haberme puesto a gritar todo lo contrario.
¿Qué viva España? ¿Eso no sería como gritar que viva Francia o que viva Alemania? Prácticamente las relaciones no esos países son las mismas.

¡Besos!

Zafferano -

Hola compi! Cómo te va la vida? El otro día estaba paseando por Sta Cruz y me vi metida de repente en un desfile un tanto extraño con un montón de gente que gritaba viva España. Pues sí, me resultó algo raro...

Besotes precioso!

Majek n' Tedote -

Gracias Mulao!
Reconfiguraré el post.

Mulao -

Compañero, le escribo este comentario para aclararle que en Los Realejos no existe ningún Pendón de La Conquista. No hay que confundirse con la lucha de Aguere, que aunque es muy parecida, en este aspecto difiere.

Le explico.. Por lo que se lucha el 25 de Julio es porque el Ayuntamiento de Los Realejos deje de celebrar ese día, que el de la finalización oficial de la conquista de nuestro país. El pendón que sacan no es más que el escudo de la unión del realejo bajo y alto, no tiene nada que ver con el pendón real o de la conquista de Aguere. Aquí se trata del día en sí, no del trapo.

Bueno, espero haberte aclarado este asunto.

Un fuerte abrazo!

Jose Frechín -

Disculpe que me cuele por este comentario, pero estoy intentando montar un Blogs & Gofio en La Palma durante agosto, si estás interesado envíame un email a jgonfre[algarroba]gmail.com