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un día cualquiera

Tenerife, TITSA y los de encefalgrama plano

Este fin de semana me fui a Tenerife.
Mis amigos son así de importantes y me gusta estar presente el día de su cumpleaños (si puede ser). Desi cumplió el día 27 de Agosto y... como no: me fui a Taco desde el 26.
Salimos el viernes, aunque no pasó nada del otro mundo (ni de este), pero el sábado me gocé un espectáculo singular a la par de emblemático (por esas horas de la noche y por la gente que era).
Nos emborrachamos un poco en la casa de Lore, tomando Coronitas. Después de esto empezamos a recorrer todos los baretos de La Laguna (putada que La Oliva estuviera cerrada) para seguir con la fiesta. Empezamos a bailar y... ¡comienzan a cerrar los bares! Única solución alternativa: bajar a Santa Cruz en guagua (un sábado por la noche) en la primera TITSA que pasa con nuestro destino. Desi y yo, como buenas personas no nos sentamos, para dejar el asiento a cualquier persona menos pudiente físicamente o más borracha que nosotros, y sobre todo... porque no había sitio en esa guagua llena de gente civilizada y otra que no tanto.
Cuando ya la conversación estaba decayendo un poco, sobre todo porque nos apetecía otra copa, se escuchan unos gritos desde el fondo y unos golpes. Algo relativamente normal a esas horas de la noche. Pero la cosa se agrava cuando empieza una masa animal a pegar a unos tíos o "gorritas" (de estos de los que van sin camisa, todos tatuados y rapados). La cosa va a más y el conductor, según el consejo de una sabia señora, para la guagua en una marquesina, cierra todas las puertas y llama a la policía.
Empezamos a esperar mientras seguíamos viendo el espectáculo que había en la parte trasera de la guagua oruga. Mi sitio, que no era en el palco ni en preferente, no permitíame vislumbrar aquella espectacular actuación anónima e improvisada. El resto de compañeros de aventura se empieza a rodar para alante, por miedo a recibir algún golpe imprevisto, y el gallinero se empieza a saturar, quedamos todos muy apretados y se escucha una sirena de fondo.
Total, que viene la policía después de 20 minutos y se pone a gritar allí dentro, se lleva a los gorritas y después entra para buscar a los hippies (el otro bando agresor). Una chica (por la que había empezado el follón según parece) les dice que "esto es un servicio público" y que de allí no la podían echar.
¿Para qué fue eso?
La muchedumbre o masa (según Ortega y Gasset), como masacote que es, grita en vez de protestar por el trato de la policía. Los armados (llevaban guantes y todo) dicen que
de boquilla todos largan mucho, pero que después nadie firmaba una denuncia y que España es un país en el que las cosas se hacen por escrito
y cosas así... de las que suelen decir las personas cuando no tienen más argumentos.
Al final, y entre pitos y flautas, se llevan a comisaría ¡a más de media guagua!
Afortunadamente yo no dije nada y para una vez, y sin que sirva de precedente; yo estuve de espectador y no formé parte de ningún espectáculo (lo mío no es la agresión física, pero lo de protestar se me da de bien...)


Me lo pasé genial
imagínate
yo... riéndome a más no poder
y cada vez que pasaba la policía por allí
ponía cara de serio
por si... acaso se les ocurre llevarme también

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