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un día cualquiera

Desganas en una estúpida tarde de noviembre

- EL NIÑO DE GRACIOSO PELO -
-que fue a jugar a una plaza-
La plaza reía porque los niños cantaban en ella.
.................................estúpidas palomas.
..................espantar a las
..........querían
Los niños
Lo veo normal, es más, me río.
- ¡Niño! ¡Que no las espantes!
- ¿Pero tu te crees que son buenas?

(la mirada de todas las madres daban la razón al pequeño.
Sería por sus ganas o sería por sus pelos).

¡Volad palomitas!
Salid de esta ciudad
que el alcade está enfadado
y os quiere matar.

- Vamos a casa y no digas tonterías
que las niñas y los niños sonríen con picardía.
- ¡Madre! Pero que injusta,
¿por qué me tratas de este modo?
¿por qué me odias, por qué no me sientes?

(Y la madre soltera bajó la mirada
porque sabía que era cierto,
pero intentaba que fuera mentira)

¿por qué tener
...............niños para esto?
¿por qué no querer
...................lo que tu has querido?

- ¡Si yo nunca lo quise! - gritó la madre angustiada.
Ahora las palomas
..................se posan.
No por ganas, sino para ver
lo que en esta plaza pasa.


El niño ya no sonrió, se marchó para el río.
Se durmió a sus orillas,
¡que aguas tan divertidas!

Llegó la noche y hacía frío,
el niño ya no se mueve
¡Silencio! Está dormido.

Una madre llora angustiada
por ver todo lo que ha perdido.

Ahora niños, si algún día quedáis dormidos,
procurad que no sea
....................a las tristes
..................................aburridas
...........................................y frías...
aguas de un río.


Francisco Medina Fernández, 25 de noviembre de 2004

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