Blogia
un día cualquiera

divertimentos

divertimentos Se abrió la puerta y pudimos entre ver como una bella mujer gitana bailaba al compás de una música misteriosa. El fuego de la chimenea sólo nos permitía ver su silueta. Todos nos quedamos como hipnotizados mirando su encantador baile. Poco a poco entré en la habitación y comencé a distinguir en su cara el brillo de sus ojos grandes y negros.
En ese momento descubrí que no estaba sólo en la habitación. Un grupo de diferentes tipos de personas estaban sentados formando un círculo perfecto del que la gitana, que no tendría más de 17 años, era su centro. Todos, absolutamente todos, mirábamos casi sin parpadear, para no perder ni un instante de tanta belleza. La música poco a poco dejó de sonar y ella poco a poco dejó de bailar. Realmente no deseaba que siguiese ya que me estaba dando miedo su baile. Era demasiado mágico, seguro que tenía que escoder algo...

1 comentario

Raúl Silverio -

Excelente descripción detalla la belleza y sensualidad innata de la mujer.