PASO 2: La mezcla
¡Este paso es muy importante! Y también hay que tener muchísimo cuidado de que no queden chinorros por ahí y que después hagan que el porro sea como una ruleta rusa (puede que te toque).
Para la mezcla simplemente hay que calentar el hachís para que se ponga cada vez más blando y puedas mezclarlo con el tabaco de una manera sencilla. Para calentarlo podemos hacer muchísimos inventos, pero el más extendido es utilizar la colilla del tabaco (la de espuma) y pegar el chocolate en la punta. Le vamos dando fuego por todos lados hasta que esté lo suficientemente blando como para liarlo con el tabaco.
Para la mezcla simplemente hay que calentar el hachís para que se ponga cada vez más blando y puedas mezclarlo con el tabaco de una manera sencilla. Para calentarlo podemos hacer muchísimos inventos, pero el más extendido es utilizar la colilla del tabaco (la de espuma) y pegar el chocolate en la punta. Le vamos dando fuego por todos lados hasta que esté lo suficientemente blando como para liarlo con el tabaco.
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