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un día cualquiera

Crecí sin darme cuenta

Al principio obscuridad,
la nada,
el no existir
frente a tu experiencia.

Después,
un luz,
una mirada
y una lágrima.
Y comer
y dormir
y crecer.
Y aprender a conocer tus sonrisas
o a diferenciar en el aire
cuales son los besos que tú me mandas.

Ahora soy más grande
pero,
en ti sigo siendo simiente
que duerme,
que espera.

Tú, guía.
Tú, madre.
Tu siempre constante
al limpiar mi camino de maleza,
colocando piedras
que pueden hacerme tropezar.

Tú, siempre.
Tú, aquí, eterna.

Te queremos, má.

Día de la madre 3 de mayo de 2008

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