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un día cualquiera

Ayer, un día de perros

Ayer, un día de perros Vota para los premios a las mejores bitácoras de 2004

Y no porque no empezara con bueno pie, sino por cómo fue evolucionando todo el día.

Voy a empezar desde el miércoles, cuando fui a cenar por mi cumpleaños. Mi hermana me invitó a ir con ella a la cena de su clase, porque conozco a algunos compañeros de ella. Fuimos al Due Torre, un italiano donde hacen unas pizzas buenísimas, de esas italianas de verdad y no como otras que por mucha doble masa que le pongan no consiguen hacerlas bien. Acabamos de cenar y nos fuimos porque "la casa nos invitaba a irnos". De ahí, directamente nos fuimos al Disco-Pub "El Plata", donde nos pusimos a jugar al Trivial toda la noche, bueno, hasta que cerraron la discoteca y nos volvieron a echar.
Ahora, estando en la calle, con un pedo, ¿a dónde podemos ir cuando todo está cerrado? Nos vamos al Conejo Blanco y allí volvimos a montar otra de las nuestras. Hablando, casi que gritando, sobre la prostitución (el Conejo Blanco es un PutiClub) y si nosotros nos acostaríamos con alguien por dinero. Yo, por supesto, dije que sí lo haría. Por tercera vez, nos echan porque van a cerrar y como ya era temprano (las ocho de la mañana) nos fuimos al kiosko de la plaza a seguir bebiendo vodkas y rones mientras la gente "decente" se tomaba el café matutino. Vimos a un antiguo profesor de mi hermana, que nos habló sobre los problemas del amor y, supongo que por escucharlo un rato, nos invitó a la ronda que estábamos tomando y a la siguiente.
Ya estábamos muertos, y con mi hermana fuimos a la casa de su novio y nos quedamos a dormir allí. Mi madre, ¡cómo no!, nos llamó y nos despertó. Entonces subí a casa, comimos y volvimos a bajar para buscar las notas de mi hermana. Después estuve configurando la versión 10.1 de la Mandrake Official que acababan de instalar en uno de ls PC's del ciclo. Con Xarly fui a buscar un premio que le concedieron por hacer un póster (que está guapísimo) en contra del maltrato a las mujeres, con el lema "Estás ciega, muda... pero no sola". A ver si me pasa una imagen y la pongo en el blog, porque es un buen logo.
El día ahí ya empezó a ser terrible, la resaca estaba apareciendo y me estaba dando un sueño tremendo. Cuando íbamos a jugar un billar a "La Fortaleza" mi hermana me llamó para subir ya a casa y me fue a buscar.
Al subir, pasando por el Adaggio, justo en el paso de cebra que hay allí, encontramos un accidente. Una mujer, en un coche lleno de niños, había atropellado a una señora, de unos 50 años, que cruzaba por allí. La panorámica era estremecedora:
La señora tirada en la carretera, bastantes metros más abajo de donde ocurrió el impacto, los niños del coche y la conductora estaban llorando y la acompañante de la atropellada gritaba como una loca. Entonces, entre la resaca y el malestar genera que tenía, me dieron ganas de vomitar. Cuando llegamos a casa, pálidos como fantasmas y con el susto en el cuerpo, fui al baño y tuve que expulsar todo lo que había comido. Después, me fui a ver la tele un rato y me acosté temprano.
Un día de resaca...
... y de desgracias.""

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